Somos estupendos
y cuando no lo somos,
Somos la hostia!,
Vivimos en lo alto de una ola
Guardando el equilibrio,
Sabemos como esquivar,
Y como hundirnos en el fondo
Para volver a salir.
No escatimamos esfuerzos
Para volver al combate,
Ni nos importa el cansancio
O la sangre derramada.
Cabalgamos sobre la mar
A lomos de las olas,
Y cuando una nos suelta,
Ya exhausta sobre la arena,
Volvemos la vista atrás
Allá donde el horizonte,
Buscando una nueva ola,
Una más grande y más alta,
Un corcel de espuma blanca,
De esos que nunca se cansan
De galopar,
Del horizonte a la playa,
De la playa al horizonte,
Del horizonte a la playa….
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