sábado, 27 de marzo de 2010

LA VENTANA



LA VENTANA


La ventana de los visillos
me agita sus alas blancas,
indolentes, cubridores,
¿ qué esconderán detrás
de su inocente blancura ?
sus contoneos desmayados
avivan el agujero
oscuro de la ventana.
quizás en la penumbra
oculta, agazapada,
la ausencia de una presencia
inunde toda la estancia
o quizás, simplemente,
no haya nada.



POZO 27 JULIO 2002

LA TARDE


LA TARDE



Destellitos azules,
destellitos de plata,
destellitos azules de plata.
espumita blanca,
espumita de las olas
blancas.
Rocas y agua,
agua de las rocas.
Sombras de la arena
tibia arena de la tarde.
Cuerpos,
los presentes
y los ausentes,
bellas y bellos,
estancada belleza
omnipresente,
de ida y vuelta.
Y la gran mancha
azul
que nunca se calla,
salpicada
de espejitos de plata,
apagada la plata
la tarde se duerme,
se duerme la vida,
como cada tarde.


POZO 26 JULIO 2002

lunes, 22 de marzo de 2010

EN EL AIRE DE LA TARDE


Flota en el aire de la tarde
Un incesante rumor de ausencias;
Cada vez, oscurece más temprano,
Y la penumbra nos va desdibujando
Apagando nuestros contornos,
Confundiéndonos con el paisaje.
Al anochecer el decorado se vacía,
Ya no quedan personajes,
Solo algún despistado
Arrimado a alguna lumbre.
Cuando cae el telón cada noche,
Me pregunto si merecerá la pena
Volver a estrenar mañana.
En el húmedo aire de este anochecer,
Suenan, desde hace algún tiempo,
Letanías de ausencias venideras.

domingo, 21 de marzo de 2010

EL CEMENTERIO





Allí está el cementerio,
donde viven los que están muertos,
muertos, requetemuertos,
pueblecito de calles vacías, lápidas
y fotos amarillas;
jardín de flores marchitas,
crisantemos, margaritas,
cipreses de verde oliva,
tapias blancas de cal “viva”
serpenteando, tranquilas,
dibujando su contorno
de la colina, al camino;
del camino, a la colina.
Allí sestean ajenos
los huesos de mi padre,
pero nunca está el bribón
cuando voy a visitarle.
El cementerio está solo,
el cementerio está triste,
el cementerio está mudo,
está vacío, vacío…vacío…
Cuatro viejas enlutadas,
desdentadas y canosas
se afanan desganadas,
en quitar también el polvo,
de donde ya no queda nada.
Ese polvo, bendito de la cama,
se vuelve mota liviana
y flota en las penumbras,
y danza al sol de la mañana,
hasta caer sin remedio,
y se funde con los huesos,
y se funde con la tierra
y con los muertos;
Y todo se vuelve polvo
que va cubriendo el olvido,
hasta echar a los recuerdos,
de donde todos ya se han ido.
El cementerio es cuadrado,
debería ser redondo,
las faenas de esta plaza
siempre terminan a hombros.
Nunca piso un muerto
las calles del cementerio,
solo la soledad
y algunas sombras, que a hombros,
llevaban cuerpos vacíos.

miércoles, 17 de marzo de 2010

MERECIÓ LA PENA EXISTIR


Mereció la pena existir

Porque fuimos tan hermosos
durante un momento,
mereció la pena existir.

Porque fuimos bellos
Y nos deleitábamos
Contemplándonos.

Porque durante algunos
Instantes, la belleza
Vivió en nosotros
Y nos dejó su verdad,
¡ Que fuimos tan bellos,
Tan apetecibles !, luminosos
De una luz intangible
Que venía de dentro.

Porque fuimos eternos
Durante un instante
Y así nos quedamos,
Fijados en algún lugar
Al que ya no sabemos
Volver,
No podemos
Volver.

ODA AL CARAJILLO


ODA AL CARAJILLO


¡¡Humm….!!!

Que aire tan bonito
este del vino
y el carajillo,
huele a vainilla
y a estío,
a me da igual
calor, que frío,
¡ y que barata
esta brisa!
solo un euro
y poca prisa,
¡ y viva la vida
Marisa! ¡ o Luisa!
¡que mas da!
¡ vengan ya ¡
¡ que se los pongan ¡
con anís,
cazalla o ron,
el elixir de la vida,
ni una garganta vacía,
cantemos todos a coro
la canción del vale todo….

sábado, 13 de marzo de 2010

JARDÍN DE AUSENCIAS


JARDÍN DE AUSENCIAS

El no supo como decírselo
Y ella nunca le entendió,
Ella siempre estaba esperando
Y él, siempre llegaba tarde.

Torpe uno y torpe la otra,
Con tanta torpeza junta
El jardín se les fue secando.

Primero el huerto de las promesas,
Después aquel rincón donde crecían
Alegres las ilusiones.

También se apagó el caño
De la fuente de los besos;
Se mustiaron los ramos de las caricias,
El galán se fue una noche,
Los jazmines echaban las flores negras.

El gran árbol del amor
Fue perdiendo sus hojas,
Apenas si daba ya,
Sombra donde cobijarse.

Al atardecer el perfume del jardín
Se tornó perfume de ausencias.

Él, era de jardín árabe,
Ella, era más bien de perfectas
Simetrías francesas.

LA HORA MÁGICA


LA HORA MÁGICA


Eche la rodilla a tierra
Y esperé,
Bajo un cielo atormentado,
Cuando aun el sol
Bañaba de luz la escena.

Corría la brisa, tenue y cálida,
Apenas perceptible;
Tan solo algunos cantos,
Los últimos de la tarde,
Rompían tímidos, el aire.

A lo lejos ardían las primeras
Hogueras, y llegaba,
sutil,
El noble perfume
De la leña quemada.

Se acercaba la hora mágica,
Ya brillaba el primer
Lucero,
colgando alegre
De una media Luna
Blanca,
Sobre un fondo azul,
Metálico,
En ese instante exacto,
Donde el día
Aún sigue vivo
Y la noche esta naciendo.


Rincón de Seca 30-10-06

lunes, 8 de marzo de 2010

CERCA DE MI CASA IMAGINARIA...


Cerca de mi casa imaginaria
Hay un campo de hierbas altas,
Hierbas color verde y bronce
Que me llegan a la cintura,
Me gusta ir a ese campo
Sobre todo al caer el sol.
Me quedo de pie en medio de él
Y le oigo susurrarme cosas,
Cosas que solo él y yo comprendemos.
Mientras, el viento mece la hierba
Y yo la acaricio con mis manos,
Y así pasamos las horas.

Cerca de mi tumba imaginaria
Hay un campo de hierbas altas,
Hierbas color oro y bronce
A juego con mi mortaja.
Me gusta tumbarme en él
Y mirar las nubes pasar.
Allí paso las horas muertas
Sin pensar en nada más.
El viento mece la hierba
Y yo les escucho cantar.

Cerca de mi alma imaginaria
Hay un campo de hierbas bajas,
Dicen que Dios las segó,
Son hierbas color rojo y oro.
Yo camino por ellas descalzo
Y noto el calor del sol.
Huele a verano y a pan,
Flota la vida en el aire.
Vengo aquí todas las tardes,
a despedirme del día,
a eso de las caer del sol,
con la remota esperanza
que algún día,
pueda saludar a Dios.

domingo, 7 de marzo de 2010

EL DÍA QUE LE PEGAMOS FUEGO AL CONVENTO


El día que le pegamos
fuego al convento,
los muros de nuestra celda
no pudieron escapar,
fueron testigos mudos
de una batalla de cuerpos,
que librados los sentidos
se declararon todas las guerras,
no hubo treguas ni armisticios,
no se hicieron prisioneros,
todos murieron contentos
en el campo de batalla.
No hubo pliegue, ni trinchera
que sirviera de refugio,
uno por uno y todas
fueron pasadas a lengua.
En la cima de dos colinas
escuadrones de valientes
erizaron dos banderas,
de apetitosa firmeza.
Algunos nunca volvieron,
otros enfebrecidos
se lanzaron ladera abajo,
buscando ciertos montes,
montes de leyenda, legendarios,
donde tantos sucumbieron.
Allí se libró la gran lucha,
la más placentera de todas.
Un puñado de aguerridos
portando un potente ariete
derribaron todas las puertas,
hasta las que estaban abiertas.
Temblaron los cimientos,
crujieron las maderas,
se derramaron todas las ganas,
no quedó en pie nada ni nadie,
en el aire solo gemidos,
convulsiones, estertores
y un olor suave, agradable,
que precedía a la certeza
de que el convento;
había ardido.

EL ADIOS


Aquel adios sonó,
como el portazo
de cien puertas azules,
cerrándose de golpe;
y uno se queda fuera,
sin saber lo que pasa dentro,
con unas ganas de muerte
de que te inviten a entrar;
pero sabes que no lo harán,
que al menos esta mañana
las puertas están cerradas;
y te marchas a esa, tu playa,
a bañar tu soledad
en la soledad de las olas.
El sol, convertido en plata,
flota sobre las aguas.


Pozo del Esparto 18 Agosto 2002